Bienvenido otro día al autobús fantástico. Cogen a todos los niños de sus casas, los llevan a la escuela, llegan y dicen: "Iremos a la casa de Cristina, que se ha puesto mala por comer melón y se ha tragado una pepita y le duele el estómago y así entraremos con el autobús fantástico".
Llegaron a la casa de Cristina y redujeron el autobús con ellos dentro y entraron por un corte que tenía en el brazo derecho. Navegaron por un lado de la vena hasta el corazón, llegaron y bajaron hasta el estómago, lo pasaron y al llegar vieron la pepita de la que estaba creciendo una melonera, para quitárselo, se la tuvieron que comer y lo que sobró se lo llevaron fuera del cuerpo de Cristina.
Se fueron al colegio y lo celebraron y se lo comieron y después los niños dijeron que las pepitas no se comen y lo anunciaron por la T.V.
FR. Franco. 1º E.S.O.C
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